Aulas más calmas:
3 recursos para fomentar la calma y la autoregulación en el aula
Todos sabemos que algunos estudiantes pueden presentar dificultad para mantenerse regulados y atentos a lo largo de la jornada escolar. En general asociamos los recreos o momentos "libres" a momentos de descanso de la demanda escolar. Sin embargo para algunas personas tener momentos altamente desestructurados puede ser más agobiante que relajante. También puede haber estudiantes que aún hayan adquirido hábitos asertivos para descansar o mantenerse regulados. En todos estos casos se vuelve clave generar pausas en las que los adultos modelemos distintas maneras de favorecer la autorregulación y propiciar la calma.
A continuación te compartimos 3 recursos en los que tus pacientes o estudiantes pueden beneficiarse dentro del ámbito escolar.
Pausas activas: consiste en modelar pequeños momentos de conexión con uno mismo a través de ejercicios de respiración consciente o poniendo el cuerpo en acción. Realizarlo antes de una actividad desafiante o a la vuelta de los recreos puede favorecer los procesos de calma y enfoque, con múltiples beneficios para la mente, el cuerpo y las emociones.
Pausas activas:
Para realizarla podés utilizar respiraciones de distinto tipo (podés tener fichas con distintas propuestas y que un
estudiante cada vez seleccione una que todos implementen) o podés realizar pequeñas rutinas de ejercicio físico que no duren más que un par de minutos y se realicen sin desplazamiento. Pueden realizar estiramientos o actividades que involucren los sentidos (buscamos desde nuestro lugar 5 cosas que podemos ver, 4 que podemos oír, 3 que podemos oler…etc.). ¡Las actividades pueden ser múltiples! Lo importante es tener la meta de generar breves momentos en que podamos modelar y enseñar a conectar con uno mismo, respirar de manera consciente o poner nuestro cuerpo en acción. Esto mejorará los procesos de calma y enfoque con múltiples beneficios para la mente, el cuerpo y las emociones.
Calmoteca:
implica generar en el aula una caja, estante o espacio destinado a albergar recursos materiales que promuevan actividades calmas para brindar propuestas concretas en los momentos libres, o para brindar estímulos específicos a aquellos que ya terminaron sus actividades por ejemplo. Se puede elaborar con ideas que surjan de los propios estudiantes o cada familia puede aportar algún recurso que su propio hijo/a disfrute o pueden crear algunos
materiales junto con algún docente. Esta caja puede incluir masas (¡pueden hacerse de forma casera!), pequeños globos rellenos con diferentes materiales (arroz, arena, garbanzos, etc) que genere la posibilidad de apretar generando distintas texturas, mandalas impresos para pintar. También puede incluir materiales de distintas texturas (bolsas con globitos tipo embalaje, felpas, etc.). Puede contener actividades para realizar de a uno (como solitario, rompecabezas, encastres o enhebrados). Existen otros productos de marca comercial tipo Pop it, cubos rubik, fisher toys, que también pueden sumarse a la propuesta. Como hacemos con otros contenidos, este recurso también se enseña para que los y las estudiantes sepan cómo cuándo utilizarlo y sobre todo cómo beneficiarse del recurso en aquellos momentos en que más lo necesitan.
Aumentá tu propio registro: por muy elemental que suene cualquier intento de mantener a otros regulados, empieza siempre por uno mismo. Ser conscientes de nuestro estado emocional y de cómo influye en nuestros estudiantes es clave para poder acompañarlos de un modo amable, que favorezca un clima de seguridad y confianza entre ellos y los docentes. Tomarnos un momento para sintonizar con nosotros mismos y con nuestros estudiantes es una herramienta simple y fácil de implementar que nos va a ayudar muchísimo. Poder preguntarnos: ¿Cómo me
siento en este momento? ¿Cómo se sienten mis estudiantes? ¿Qué está pasando en este preciso momento? ¿Qué necesito yo? ¿Qué necesitan ellos?
Al hacer una PAUSA, somos ejemplo de un comportamiento consciente y brindamos la posibilidad de tener un tiempo para procesar la información que nos brinda nuestro cuerpo acerca de cómo nos estamos sintiendo y qué estamos necesitando. Esto nos permite expresar lo que nos pasa de un modo asertivo.
Por eso, antes de comenzar cualquier práctica con nuestros estudiantes, es fundamental comenzar por uno mismo. Haciendo respiraciones conscientes, pausas durante el día y poniendo la atención en nuestros propios estados emocionales, daremos un primer paso saludable, y a la vez necesario, hacia el bienestar del grupo.
Si ya utilizas agenda diaria con tus estudiantes, podés sumar estas pausas como parte de la rutina. Podés hacerla antes de iniciar una actividad, cada vez que vuelven del recreo o antes de iniciar la jornada. Como todas los hábitos, cuanto más los repitamos y los hagamos predecibles para los estudiantes mayor disponibilidad y por ende, mayor beneficios observaremos.
Y por último pero más importante, así creas que generas muchos o pocos cambios, poner luz a estos procesos y observar qué les sucede a los estudiantes en aquellos momentos de más desafíos ¡hará siempre una diferencia! Si no son estos recursos seguro irás encontrando otros que te ayuden a acompañar a todos tus estudiantes a obtener breves descansos, potenciando sus aprendizajes.
De esta forma estarás construyendo siempre, entornos más inclusivos ♥