¿Cuánto dura "un ratito"? Uso de contadores y timmers
Seguramente, en muchas ocasiones te encuentres usando frases como "falta un ratito" o "dentro de poco" para explicar cuándo terminará una jornada escolar o terapéutica. Además, es posible que inicies actividades con tu alumno o paciente sin especificar cuánto durarán o cuántos pasos conllevarán. Algunas personas pueden adaptarse a esta falta de claridad sin dificultad, mientras que para otras, entender conceptos abstractos como el tiempo o la cantidad puede representar un verdadero desafío.
Iniciar una tarea sin saber exactamente cuándo terminará o cuánto durará puede resultar altamente frustrante para cualquier persona, y más aún para quienes no tienen una noción clara de lo que significa "un ratito". ¿Es un minuto? ¿Diez? ¿Una eternidad? Lo que para nosotros es un breve intervalo, para ellos puede sentirse interminable. Por eso, pueden preguntar repetidamente: "¿Cuánto falta?", impacientarse rápidamente o incluso resistirse a comenzar una actividad.
Esta dificultad en prever la duración y exigencia de una actividad concreta, o la llegada de cierto evento, puede deberse a un desafío en la comprensión, la imitación o la flexibilidad entre otras variables.
La dificultad no solo radica en entender el tiempo, sino también en comprender la cantidad. Expresiones como "solo un poco más" o "ya casi terminamos" son igualmente confusas. Para algunas personas, conceptos abstractos como "mucho" o "poco" carecen de un punto de referencia claro. ¿Qué significa "un poco"? ¿Una mordida más, una página más o todo el libro? Al pedirle a alguien que haga "solo un poco más", él puede sentir que ya se ha esforzado todo lo que podía, y no usar el mismo marco de referencia que otros para medir la cantidad. Esta falta de claridad puede generar confusión y resistencia, porque lo que para nosotros es razonable, para ellos puede parecer excesivo o incluso inalcanzable.
Entonces, ¿cómo podemos ayudar a poner luz a estos conceptos complejos? La clave está en proporcionar anclajes concretos y consistentes. En lugar de decir "en un ratito", podemos usar referencias visibles y medibles: "cuando termine este episodio" o "cuando el reloj marque las tres". En lugar de "solo un poco más", seamos específicos: "vamos a dar cinco mordidas más" o "leamos hasta la página 10". Estas referencias no solo ayudan a dimensionar mejor el tiempo y la cantidad, sino que también proporcionan una sensación de control y previsibilidad. De esta manera, se reduce la ansiedad y la frustración, ya que saben exactamente qué esperar y cuánto falta.
Por otro lado ¡no todo es lenguaje! Recordemos que muchos niños o adultos pueden tener dificultad para comprender el lenguaje verbal. En ese caso puede resultar extremadamente útil apoyarse en materiales más concretos y visuales. Existen diversas estrategias, tanto digitales como analógicas, que pueden servir de apoyo para ayudar a los niños a medir el tiempo o la cantidad de tareas que deben realizar. Por ejemplo, los temporizadores son una herramienta valiosa: actualmente, hay muchas aplicaciones diseñadas para hacer visible y concreto el paso del tiempo, ideales para estas situaciones. Solo necesitas elegir la cantidad de tiempo que quieres medir (por ejemplo, 10 minutos) y poner en marcha el temporizador. Dependiendo de la aplicación, el tiempo puede mostrarse mediante colores, dibujos o de otras formas visuales.
Otra opción son los relojes de cocina, que vienen en formas variadas y divertidas. Estos relojes pueden programarse para sonar en los próximos 60 minutos, son fáciles de transportar y emiten una señal clara al finalizar el tiempo programado. También, para medir cantidades, se pueden utilizar herramientas sencillas como ábacos, lápices o papelitos de colores, que permiten visualizar cuántas unidades deben completarse (como por ejemplo: nos faltan 5 cuentas matemáticas, 3 bocados o 6 oraciones). Estas estrategias, simples pero efectivas, pueden marcar una gran diferencia en la experiencia, al permitir cuantificar y dimensionar tiempo y cantidades, lo que potencialmente ayuda a mejorar la predisposición, reducir el estrés y la ansiedad, y mejorar el desempeño.
Como siempre, es importante recordar que no todas las herramientas tienen el mismo impacto en todas las personas, ya que cada uno de nosotros es único. Te animamos a probar estos recursos y a brindar los apoyos necesarios para crear entornos accesibles para todos y todas.
