Fin de año, fin de rutinas ¿cómo anticiparse?
Nos acercamos a fin de año y empieza la época de los cierres, los cambios en la rutina y el mes de los mil eventos.
Para quienes aún están en edad escolar, los días comienzan a ser atípicos (entre actos escolares, exámenes y despedidas).
Comienza para todos una época donde se modifican muchas rutinas. En algunos casos se realizan
viajes, o programas vacacionales. Hay más reuniones de lo habitual y probablemente más gente a la que no veremos por un buen tiempo.
Y aunque cada vez más entornos concienticen por unas fiestas sin pirotecnias, lamentamos decir que también comienza la época en que los ruidos fuertes y las explosiones son una preocupación.
En síntesis: una época llena de cambios de rutinas y eventos poco usuales. Muchos niños, jóvenes o adultos dentro del espectro autista pueden tener dificultades con adaptarse fácilmente a los cambios. Las modificaciones en los hábitos cotidianos, el encuentro con los entornos familiares, los eventos únicos (como actos o despedidas) pueden presentar todo un desafío en distintos niveles. Repasemos alguno de ellos:
Rutinas. Las actividades estructuradas en rutinas organizan cognitivamente, son predecibles y disminuyen la ansiedad. Esto favorece un mejor desempeño de las personas, favoreciendo la disminución del estrés y el uso de habilidades asertivas.
Sucesos excepcionales. Los eventos extraordinarios como los actos escolares, despedidas o juntadas familiares grandes requieren habilidades no siempre consolidadas (justamente por tratarse de eventos atípicos o poco frecuentes). Eso puede provocar en algunos casos incertidumbre, ansiedad, aumento de estrés, desasertividad con el consecuente impacto en los social y en la autoestima.
Comprensión. Muchas personas autistas pueden tener dificultades para comprender el contexto y lo que se espera de ellas. Y aún recibiendo información verbal al respecto puede resultar todo un desafío comprender todo el conjunto de normas y reglas que sostienen algunos eventos inusuales por ejemplo la cena navideña, en la que general se cenan comidas diferentes, nos vemos con personas que tal vez no son de nuestro entorno inmediato, se reparten regalos que se abren a determinada hora, etc.Otro ejemplo puede ser el alojamiento en un hotel o un viaje en avión.
Integración sensorial. Sensorialmente pueden ser épocas de exposición a estímulos abrumadores y difíciles de procesar para algunas personas: presencia de pirotecnia, aplausos y micrófonos en actos escolares, aeropuertos, cambio en la textura de las ropas, etc.
Afortunadamente existen distintas estrategias para acompañar a las personas autistas en estas situaciones. El mejor aliado de las intervenciones es la ANTICIPACIÓN y en la medida en que podamos anticiparnos a este cierre de año y sus múltiples eventualidades o cortes de rutina, más podremos dotar de recursos a quien más lo necesite.
¿Qué estrategias podremos utilizar en estos casos?
Las herramientas concretas para trabajar durante el período previo a los eventos pueden ser las
agendas visuales, los cronogramas, las historias sociales, los contratos y las estrategias sensoriales adecuadas (si esa persona las tuviera indicadas).
Las agendas visuales, calendarios y cronogramas de trabajo sirven para hacer concreta la medida temporal, la ubicación eventos, la anticipación a sucesos atípicos y los cortes en las rutinas. Existen muchos ejemplos sobre estos recursos y algunos artículos de este blog los describen más en detalle.
Las historias sociales son herramientas de alto impacto positivo. Se trata de cuentos breves que brindan información sobre eventos y sucesos que van a suceder. Usa la primera persona para ponerse en la perspectiva de quien utilice el recurso, describiendo situaciones, sensaciones e información pertinente, brindando además una serie de recursos utilizar, describiendo de manera explícita lo que se espera de la persona, volviendo más predecible información poco evidente para algunas personas.
Pero tal vez el más poderoso de los recursos es la anticipación en sí misma. La anticipación nos permite tomar medidas de evitación y prevención, nos permite buscar las estrategias para la auto regulación (como terapeutas, docentes o padres) que necesitamos para favorecer la co-regulación de un otro en momentos de crisis. La anticipación nos permite generar recursos visuales, que
potencian el uso de la vía visual para procesar la información por sobre (o como complemento de) la vía verbal/auditiva y generan apoyos concretos y estables en el tiempo. También anticiparnos nos brinda la posibilidad de generar acuerdos, con otros miembros del entorno, sobre los estímulos sensoriales, pautas de intercambio, etc. Y también nos da el tiempo suficiente para brindar a la persona toda la información que necesita para asumir situaciones tan desafiantes como puede ser la de tomar un avión, asistir a una muestra escolar o rendir un examen.
Si nos anticipamos a la agenda próxima, ayudamos a quien estamos acompañando también a anticiparse generando así aun en la excepcionalidad situaciones más predecibles y menos estresantes.
Esto redundará en experiencias más positivas en las personas, y por ende en el entorno que habitan ♥♥♥
Lic. Viviana Marino para Entorno Autismo (11.2024)